miércoles, 6 de enero de 2016

De magnicidios, intentos y puñetazo.

Desde Prim hasta Carrero Blanco cinco jefes de Gobierno han sido muertos en atentados realizados por anarquistas, republicanos o etarras. Hoy en día la noticia no seria la motivación política de los asesinos sino su afinidad con algún equipo de fútbol.
Prim fue asaltado, en un mes de diciembre de 1870, en la calle del Turco (hoy Marqués de Cubas) por una cuadrilla de asesinos que estaban ocultos en dos coches de alquiler.
Tres anarquistas catalanes, en marzo de 1921, descerrajaron 18 balazos contra el presidente del Consejo de Ministros Eduardo Dato en la Puerta de Alcalá.
La figura más influyente de la política española del último cuarto del siglo XIX, el artífice de la Restauración, Cánovas del Castillo, también fue asesinado, por un anarquista italiano, en el balneario de Santa Águeda de Mondragón en agosto de 1897.
Otro anarquista, en noviembre de 1912, disparó por la espalda a Canalejas en la librería San Martín de la Puerta del Sol.
Previo al atentado contra Antonio Maura, en julio de 1910, otro Pablo Iglesias pronunció en el Congreso estas palabras: “Tal ha sido la indignación producida por la política del gobierno presidido por el Sr. Maura , que los elementos proletarios, nosotros de quien se dice que no estimamos los intereses de nuestro país, amándolo de veras, sintiendo las desdichas de todos, hemos llegado al extremo de considerar que antes que su Señoría suba al poder debemos llegar al atentado personal."
Días después Maura sufrió un atentado, cuando se encontraba en la estación de Francia en Barcelona, resultando herido en una pierna. Al día siguiente se formuló una protesta en el Congreso a la que, claro está, Pablo Iglesias no se adhirió.
En la conocida como «Operación ogro», diciembre de 1973, terroristas de la sanguinaria ETA colocaron 100 kilos de goma-2 en la madrileña calle Claudio Coello, que explotaron al paso del vehículo de Carrero Blanco.
También lo intentaron dos etarras contra Aznar en 1995 cuando era candidato a la Presidencia del Gobierno.
Y no, no fueron hinchas de ningún equipo de fútbol como pretendieron confundir algunos medios sobre la agresión a Rajoy, sino militantes de la izquierda violenta.
Escrito el 17 de diciembre de 2015.

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